FALTAN TERAPISTAS PERO SOBRAN CIRUJANOS

Por Alejandro Goldín

Ante el fracaso de la campaña antivacunas y después de la subestimación de la pandemia a niveles rayanos con el negacionismo, la oposición opera incansablemente con el objetivo de sacar rédito político apostando al caos y responsabilizando al Gobierno por las muertes por Covid-19.

 

La derecha, la anti-Patria, critica al Gobierno por la falta de vacunas, omitiendo que el planeta está atravesando un grave momento por la pandemia y que apenas cinco meses después de que comenzaran las campañas de vacunación en los países que las producen, sigue siendo un bien escaso, muy escaso y un problema mundial. 

Al mismo tiempo NO logra disimular su preocupación ante la llegada de millones de dosis de vacunas, más de 15 millones al día de hoy, 26 de mayo de 2021. Además, incurre en contradicciones flagrantes, algunas insostenibles, como la denuncia sobre sobornos a Pfizer que, apenas unas horas después, el mismo laboratorio desmintió de manera contundente a la presidenta del PRO, Patricia Bullrich. 

Insisten con el ejemplo de Chile y Uruguay aunque la campaña de vacunación la realicen en un 80% con la Sinovac, que después de la primera dosis tiene una eficacia de sólo el 3%. La derecha local está con problemas con respecto a los países que ponen como modelos a seguir porque a pesar de que Uruguay y Chile tienen a un porcentaje muy importante de su población que ya recibió la primera dosis de una vacuna contra el Covid-19 en los últimos dos meses integran el listado de los diez primeros países en cantidad de muertos por millón de habitantes como consecuencia del virus. Y no sólo están con problemas en cuanto a sus políticas sanitarias sino que en 2019 el Pueblo chileno se rebeló en contra del modelo Neoliberal nacido a fines de la década del ´70, parido por Pinochet y los Chicago boys. Levantamiento popular interrumpido por la pandemia pero que concluyó el domingo 16 de mayo con la aplastante derrota sufrida por Piñera y toda la derecha en las elecciones de convencionales constituyentes. 

Y en Colombia ocurre actualmente algo similar que, como en el país trasandino, comenzó como una protesta por el incremento de 30 pesos del metro pero que fue correctamente sintetizado como “No son 30 pesos, son 30 años”, en Colombia el catalizador fue una reforma tributaria profundamente regresiva y conservadora pero que pese a que fue retirado del Congreso ese proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo, la pueblada en contra del presidente Duque, y su padre político Uribe, NO cesa. Para colmo en el otro país que la derecha tenía el tupé de señalarlo como un faro a seguir, Perú, un candidato de izquierda radical fue el más votado en la primera vuelta presidencial y todo indica que ganará el balotaje en contra de Keiko Fujimori, la hija del genocida expresidente al que prometió amnistiar en caso de llegar a ser Jefa de Estado. 

La derecha miente, miente y miente aprovechándose de que posee el 95% de los “fierros” mediáticos que le brinda la posibilidad de no tener que argumentar ni de siquiera esbozar un pensamiento, una idea. Insiste e insiste. Y machaca y machaca con que la campaña de vacunación es pésima, con que no hay vacunas y con que por cuestiones políticas o por corrupción el Gobierno no quiso acordar con Pfizer la compra de 14 millones de dosis. Le hablan a su núcleo duro cada vez más radicalizado y fanatizado. Se dirigen a un núcleo duro de derecha y/o extrema derecha permeable o directamente ávido de consumir discursos del odio en el que la verdad y la razón no sólo no interesan ni importa sino que pueden convertirse en una gran molestia. 

Una parte de nuestra sociedad, legitimada por el relato autoritario y racista de los oligopolios mediáticos y sus principales comunicadores y de la mayoría de la dirigencia política opositora, salió del closet de lo políticamente correcto y se entregó con frenesí y de manera obscena a la violencia, por ahora oral y escrita, pero invitando a la eliminación del que está en la vereda de enfrente, del Peronista, Kirchnerista, Chavista, Bolchevique, Comunista, negro, vago, pobre, sucio y feo. 

En el comentario editorial de su programa emitido por La Nación+ del lunes 24 de mayo y publicado por ese matutino al día siguiente, el comunicador Carlos Pagni, uno de los más inteligentes y orgánicos del Poder Permanente, no disimula su enorme preocupación por el vínculo entre cuidado de la salud y campaña de vacunación con el de adhesión y apoyo al Gobierno Nacional o provinciales pero lo manifiesta tergiversándolo y denunciando un supuesto clientelismo.  Y pone como ejemplo a Misiones, que tiene una demora mucho mayor que la de los distritos gobernados por Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta y en la que el domingo 6 de junio se eligen autoridades provinciales. La hipótesis de Pagni es que las vacunas fueron guardadas por el Gobernador Oscar Herrera Ahuad para recién aplicarlas unos pocos días antes de que su pueblo sufrague. Incluso plantea que si fuera por dificultades logísticas debería haber acordado con Larreta el envió de contingentes de misioneros para que vinieran a la Ciudad de Buenos Aires a vacunarse (SIC). Para el comunicador esa sería una solución que no se adopta por temor a que piensen “la vacuna me la dio Larreta” y termine votando por la oposición. 

Y fundamenta su teoría en la última encuesta de Poliarquía realizado la semana pasada, antes de la vuelta a la fase 1, sobre las medidas restrictivas y la vacunación. En ese estudio las personas que cuentan con todos sus parientes vulnerables vacunados, la adhesión a la política sanitaria de Alberto Fernández es del 58%; por su parte, entre las personas que tienen algunos parientes vulnerables vacunados, no todos, esa adhesión baja al 41%; y entre las personas que están rodeadas por parientes vulnerables, pero no vacunados, la adhesión desciende al 17%. Pagni agrega que “hay un alineamiento muy importante entre adhesión política al Gobierno y evaluación de las medidas del Gobierno en materia sanitaria, por ejemplo con respecto a todas las restricciones que se impusieron antes de este cierre más estricto, las que tienen que ver con la educación y todo el debate sobre escuelas abiertas y escuelas cerradas”. Y sostiene que “en la Capital la imagen del gobierno mejoró 4 puntos porcentuales, mientras que en la provincia de Buenos Aires donde gobierna Axel Kicillof el aumento fue de 14 puntos”. 

Por ese motivo la oposición, sin argumentos ni razones, pero con la enorme ventaja de disponer de los “fierros mediáticos”, se desespera por instalar que “no hay vacunas”, que “no llegan las vacunas”, que “se roban las vacunas” cuando hace poco tiempo subestimaba a la pandemia, rechazaba las medidas de cuidado calificándolas como autoritarias y despreciaba a las vacunas, incluso llegando a denunciar al Presidente de la Nación por la compra de las Sputnik V.  

Pero la campaña anti vacunas fracasó, solo quedó restringida a la marginalidad. Y en esta coyuntura dramática en la que mueren más de 500 personas cada día y unas 30 mil se contagian diariamente, ningún opositor se animó a judicializar o desoír las medidas severas de restricción de la circulación adoptando de manera conjunta, oposición mediática y partidaria, como un nado sincronizado, otro relato, una nueva táctica: las muertes, los contagios y el confinamiento son consecuencia de que no hay vacunas, no hay vacunas, no hay vacunas, no hay vacunas!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!. 

Aunque no les guste, la única verdad es la realidad: más de 15.484.000 vacunas han llegado a nuestro país y ya el 20% de la población total (y el 27% de las personas mayores de 18 años) recibió una dosis de Sputnik V, AstraZeneca o Sinopharm, que tienen una eficacia del 79%; 66% y 69% respectivamente luego de tres semanas de la primera aplicación. Vacunas de excelencia que nada tienen que envidiar a ninguna otra y que son muy superiores a la Sinovac. Y en los próximos dos meses llegarán aproximadamente 13 millones de dosis más y antes de fin de junio Argentina tendrá protegida a todos los grupos de riesgo (13.500.000 personas) y antes de que comience el invierno a casi la mitad de nuestra población (y el 70% de las personas mayores de 18 años). Y hoy nuestro país ocupa el puesto 16 entre los 220 en cantidad de vacunados con 9 millones de personas. 

(Seguramente la oposición plantee con buen criterio que no se puede comprar cifras sino porcentajes y ahí Argentina aparece en el lugar 73 con el 20% de vacunados. Pero es lógico comparar un país con 45 millones de habitantes, el número 32 en el mundo, con 28 microestados con menos de 100.000 habitantes y que en total apenas suman UN MILLÓN de personas? ¿Podemos compararnos con los 63 países que tienen menos de 1 millón de habitantes si entre todos suman 17 millones de habitantes? Entonces quedarían 157 países y Argentina está en el ranking 39. Todo depende de con qué y cómo comparamos. En el mundo hay 88 países con menos de 3 millones de habitantes, que en total suman 60 millones de habitantes. Un poco más que la población argentina. ¿Podemos compararnos con esos estados? Entonces entre los 134 países restantes estamos en puesto 33. Sin embargo, seguimos comparándonos con países chicos. Habrá quien creerá que el piso para hacerlo son los países que al menos tienen 5 millones de habitantes. Si hiciéramos ese ranking, sobre 122 países, Argentina ocuparía el puesto Nº 27. Por último, Si tenemos en cuenta que Argentina es el país número 8 del mundo en tamaño y son muchos los que tienen mucha menor población, sería interesante compararnos con los 60 que tienen más de 20 millones de habitantes y ahí estamos en el puesto 10).

(Gran trabajo de investigación convertido en un formidable y extraordinario hilo de twitter por Mariano Tilli)

 

https://bit.ly/3wH7pbr