Proclama de los compañeros de Unión Popular - VILLA PUEYRREDÓN, CABA

No hay mas tiempo. Hay que salir a parar el saqueo de nuestro país.

Gobernado por una banda de delincuentes, surgidos desde los más enquistados círculos del poder concentrado, están destruyendo nuestra industria, nuestra ciencia, la infraestructura y cobertura de salud, educación y cultura. Todo para alimentar la insaciable bicicleta financiera, puerta para la fuga de capitales. Los dólares se escapan hacia sus guaridas fiscales. La deuda pesará, sobre varias generaciones de nuestro pueblo sin que un solo peso se haya invertido en proyectos productivos que contribuyan con el pago de la misma.

El vergonzoso acuerdo con el FMI compromete nuestra independencia económica, herramienta de presión para limitar nuestra soberanía política. Incapaces de entender qué es la necesidad, porque nunca la sintieron en carne propia, nos siguen pidiendo más y más ajuste, con promesas de un futuro que saben inexistente. El único objetivo es ganar tiempo, para continuar concretando sus negociados, y llevarse hasta la última gota de sudor y sangre del pueblo.

Escuchamos que llegaban los brotes verdes, la luz al final de túnel, el próximo semestre… En el medio, pasaron cosas… crisis en el mundo, sequias, inundaciones… Cualquier excusa es mejor que asumir responsabilidades. Después de todo, la culpa resultó ser de la pesada herencia y los - inexistentes – “70 años de peronismo”.

Será que vivimos engañados, creyendo que podíamos irnos de vacaciones… comprar un aire acondicionado… prender un aire acondicionado… comer asado todos los fines de semana… comer asado… comer…

El ruinoso pago a los fondos buitres, la fenomenal estafa bautizada como “reparación histórica’’, el saqueo al fondo de garantía de sustentabilidad del ANSES, la clausura de moratorias previsionales, la flexibilización laboral de hecho, y tantísimas otras atrocidades son la contracara del blanqueo de capitales, la libertad para la fuga de divisas, la condonación de la deuda de la familia Macri con el Correo, la fiesta de LEBAC y LELIQ, la timba con el dólar futuro… Mientras ponían en marcha este plan de concentración de la riqueza, no se privaron tampoco de hacer toda clase de negociados absolutamente incompatibles con la función pública, desde cada rincón del Estado: ATENDIDO POR SUS DUEÑOS…

Y todavía tienen en agenda herirnos de muerte: rematando el patrimonio público, nuestros recursos y territorio; aplicando una reforma laboral que retrocede cien años los derechos conquistados con la lucha de trabajadores y trabajadoras; privatizando nuestros sistemas de educación, salud y seguridad social; entregando lo que resta de nuestra soberanía energética, científica y tecnológica al mejor postor o, por qué no, al mejor amigo.

Todo esto no sería posible sin la complicidad de una parte importante del poder judicial, devenido en un grotesco circo de persecuciones, causas armadas, presos políticos, extorsiones y espionaje ilegal. Estamos viviendo fuera del Estado de derecho: todos y todas estamos en libertad condicional.

Los medios de desinformación y manipulación masiva son promotores, socios y responsables de todo el daño causado por este Gobierno. Muchos operadores políticos bastardean una profesión de altísimo compromiso social, autodenominándose “periodistas”, cuando no son más que viles mercenarios al servicio de la entrega del país. Con un formidable blindaje, difundiendo mentiras, aún insisten en ocultar una de las más terribles crisis de nuestra historia.

Los verdaderos dueños del poder no necesitan someterse a ninguna elección, porque les basta con alquilar candidatos que les garanticen la perpetuidad de sus privilegios. Haciendo uso del aparato mediático, lograron sembrar la confusión en el electorado, para inclinarlo a su favor. Una exigua mayoría les abrió las puertas al Gobierno.

Lo que queda claro es que, hoy, gran parte de ese 51%, al igual que todos y todas los acá presentes, vivimos mucho peor que hace cuatro años. Y cuando nos quedamos sin laburo, no llegamos a fin de mes, tenemos que elegir entre comprar un remedio o pagar las cuentas, y pasamos diez minutos mirando fijamente una góndola porque no podemos creer lo que vemos, no existe pantalla alguna que pueda eclipsar nuestra realidad.

Pero todavía pueden apuntar a confundirnos, a separarnos o a enfrentarnos unos con otros. A llevarnos a discusiones sobre candidatos y candidatas, que no son más que nuevas caretas para el mismo modelo. Cambiar algo para que nada cambie: CAMBIEMOS.

A pesar de las diferencias, podemos (y tenemos que) luchar unidos. Porque todos somos víctimas del modelo neoliberal, sin importar a quien hayamos votado. Para ellos siempre fuimos, somos y seremos un gasto para Estado; un costo para las multinacionales; nunca suficientemente capaces para la meritocracia. Somos quienes tenemos que aguantar. Ya lo dejó claro el Presidente cuando dijo que “el problema de la Argentina somos los argentinos’’.

Ellos tienen la vida arreglada por muchas generaciones. Pero, sin embargo, son depredadores insaciables, y vienen por el plato de comida de nuestrxs chicxs y de nuestrxs viejxs. ¡Es momento de decir basta!

La salida está en nuestras manos, si podemos trabajar juntxs. Se trata de recuperar la Patria, para dejarle a las próximas generaciones un futuro de oportunidades y dignidad.

Por eso, EL MOMENTO ES AHORA. Abracemos a quienes la están pasando mal. Construyamos nuevamente una mayoría: transformemos la angustia en fuerzas para volver a tomar las riendas de la Argentina y llevarla hacia el camino del Trabajo, la Inclusión y la Soberanía Nacional y Latinoamericana.

ACA NO SE RINDE NADIE!