Por Víctor León Donoso, especial para Marambio desde Santiago de Chile
“Ustedes ya lo saben, yo vengo del sur de Magallanes, casi tocando la Antártica y tengo 35 años. Y se y tengo claro que la historia no parte con nosotros. Me siento heredero y siento que nuestro proyecto es heredero de una larga trayectoria histórica, la que desde diferentes posiciones han buscado incansablemente la justicia, la ampliación de la democracia, la defensa de los derechos humanos, la protección de las libertades, esa es la familia grande que me gustaría ver de nuevo reunida en esta nueva etapa que hoy día iniciamos, porque estamos en un cambio de ciclo histórico y no lo podemos desaprovechar”.
Fue parte del primer discurso del presidente electo de Chile Gabriel Boric, en medio de la algarabía en una Alameda repleta de gente que coreaba que la esperanza había ganado al miedo. Fue un 19 de diciembre intenso, donde se alcanza casi los 8,4 millones de sufragios, cifra más alta de participación en la historia de Chile, más aun cuando hoy el voto es voluntario, venciendo Boric con un 55,9% sobre el ultra derechista Kast con un 44,1%.
Las semanas anteriores estuvieron marcadas por una tensa campaña política, las que fueron acompañadas muchas veces de fake news por parte del candidato de ultra derecha, además de declaraciones misóginas de simpatizantes de Kast, una campaña del terror hacia el comunismo y lo que llamaban “chilezuela” o Cuba. Entre tanto la campaña de Boric ligada al concepto de la esperanza, publicidad alegre en redes sociales, escoltadas de un despliegue territorial de artistas y políticos de centro izquierda, logrando confluir a las personas, y movilizando principalmente a jóvenes entre 18 a 30 años. Para muchos el ambiente era similar al recordado plebiscito de octubre de 1988, cuando la sociedad chilena se polarizo, algunos apoyaban la dictadura de Pinochet (44,01%) y la mayoría quería el fin de este periodo oscuro de Chile (55,9%).
El triunfo de Gabriel Boric marcará desde distintos aspectos el devenir de Chile:
- Primero: el fin del duopolio de las coaliciones de centro-derecha (Chile Vamos) y centro- izquierda (Ex Concertación), las que habían estado en el poder durante los últimos 30 años -algo que parecía imposible hasta antes del estallido social-. El fin del duopolio confirma la constante deslegitimación extrema de los partidos políticos tradicionales
- Segundo: el nuevo perfil que emerge dentro de la izquierda latinoamericana, la que se encuentra más cercana a la socialdemocracia europea, que a los movimientos revolucionarios marxistas que conocía el continente
- Tercero: el triunfo de Boric permitirá acompañar de mejor forma el proceso constituyente que se lleva a cabo. La Convención Constitucional que fue el legado del Estallido Social ha sido siempre incómoda para Piñera y los sectores más conservadores de Chile. Es atacada de reiteradas formas, tratando de deslegitimar su trabajo. Boric, al segundo día electo, participó de una ceremonia con dicha institución, siendo un símbolo de apoyo. Para muchos la elaboración de esta nueva Constitución y el esperado triunfo en el plebiscito de salida estableciendo el fin de la constitución de Pinochet, supondría el fin de la transición chilena y también el quiebre del modelo neo liberal.
Las expectativas que el nuevo gobernante genera son variadas y todas son eco del estallido social del 2019: el fin de las AFP, fortalecer el Estado en especial en el ámbito de la educación, salud y vivienda. A lo que se agrega una agenda ligada al respeto de los derechos humanos, como también plan de seguridad a causa de la delincuencia y el narcotráfico.
Gabriel Boric, el presidente más joven y con mayor votación de la historia de Chile, comenzará su mandato el 11 de marzo próximo, instando a la unidad, a mirar el futuro con esperanza, pero no olvidando el pasado.
Al finalizar el discurso del triunfo del 19 de diciembre, repitió la frase dicha por Salvador Allende hace más de cincuenta años: “los invito a que vayan a sus casas, con la alegría sana de la limpia victoria alcanzada. Les pido que cuidemos este triunfo y que desde mañana, tendremos mucho para trabajar, reencontrarnos, sanar heridas y caminar juntos hacia un futuro mejor”.