Historia de un Club que nació porteño y se volvió bonaerense
Por Irene Bompas
Introducción
Cuando les pregunté -el 21 de agosto- a los hinchas y miembros de la Subcomisión de Socios Vitalicios del Club Chacarita, reunidos en la sede de Teodoro García, CABA[1], -pero Uds. ¿de dónde son? me respondieron de inmediato y sin dudarlo, -de SAN MARTIN. En ese momento pude entender que su arraigo a San Martín no es sólo total y apasionado, sino que conforma un genuino sentido de pertenencia. Miguel Encina, Presidente de dicha Subcomisión, lo expresó con énfasis en cada una de sus palabras a lo largo de la conversación.
Me cuentan que aman San Martín porque es donde habita su pasión funebrera cada fin de semana. No quedan dudas: existe una identificación directa entre el estadio y el barrio o territorio que lo alberga.
Territorio e Identidad
El territorio entendido como un proceso de creación, histórico, interconectado y abierto, como fuente de identidades y vinculado a un poder múltiple y a una cultura no acotada a límites espaciales o geográficos..
Dicho esto ¿podemos considerar la cancha de futbol como un territorio? Y si entonces lo fuera, cabe preguntarse: ¿el espacio socio-territorial en el que está emplazada la cancha construye identidad? Ambas preguntas podríamos responderlas por la afirmativa. Tanto porque en el espacio social total que es la cancha se configuran relaciones sociales y de poder, como porque el territorio es uno de los grandes configuradores de identidad. Así, territorio e identidad están íntimamente relacionados. En este caso, hablamos de la identidad futbolera que involucra la red de pertenencia (club, hinchada, los colores, parentesco) y, por supuesto, el barrio y su memoria.
Entonces, el futbol puede analizarse como una práctica deportiva de identificación colectiva, como una de las formas de socialización arraigadas en lo popular. En consecuencia, es un hecho social “total” y “global”. Total, porque implica dimensiones sociales, culturales, económicas y políticas, por un lado, y global, porque pasa de ser en sus orígenes un juego deportivo de elite en Inglaterra a convertirse en un deporte masivo y popular, siendo uno de los ejemplos más acabados de construcción de una identidad colectiva.
El futbol une los cuerpos en “los tablones”, los acopla en cánticos llenos de pasión por los trapos, por los colores que unen y conforman comunidad. Pero al mismo tiempo emerge también la identificación y pertenencia con lo nacional (territorio ampliado), con el recuerdo siempre presente de los pibes de Malvinas en las banderas, en los cánticos y hasta en la piel. Malvinas es un tema recurrente en el futbol y Chacarita no es la excepción.
Futbol y territorio. Origen y actualidad
Ahora, vayamos al caso de Chacarita Juniors.
¿Qué significa ser hincha de Chacarita? ¿Ser del barrio de Chacarita -que lo vio nacer- o de San Martín, donde actualmente se encuentra el estadio? La clave territorial es definitiva para responder estas preguntas. La convergencia de las relaciones sociales, lo simbólico, los actores, en un territorio determinado (la cancha en un determinado barrio) forjan el sentido de pertenencia a ese lugar y una identidad particular local y bonaerense consolidada desde hace más de 75 años.
El desalojo del Club Chacarita Juniors del barrio de Villa Crespo (CABA) en 1944 y el consecuente traslado de la cancha a San Martín (PBA) puede interpretarse como un evento de desarraigo que cobra sentido en el presente, resignificado en su manifestación actual. Es decir, el presente contiene la experiencia pasada y la elabora en función de una expectativa. Es una reflexión sobre el pasado, pero en función del futuro deseado: cancha nueva, un mejor establecimiento, futuras victorias, logros y campeonatos, entre otros.
Podemos apelar a la identidad de grupo o barrial para explicar el fenómeno de la reterritorialización en el caso de Chacarita Juniors en San Martín. ¿Y qué es la reterritorialización? Es el proceso mediante el cual una comunidad o grupo social -los hinchas- se re-apropian de un territorio o espacio diferente al de origen y lo habitan. Fundan en lugares concretos, como la nueva cancha, hechos del pasado, pero resignificándolos y, de esa forma, van fortaleciendo la identidad en el nuevo territorio. Se construye esta nueva identidad que incorpora la identidad tradicional, a partir del nuevo territorio y de la interacción con los actores sociales locales para proyectarse como comunidad.
La memoria de los hinchas -que es un soporte de la identidad- interviene en este proceso, y la transmisión de eventos y rituales de generación en generación va reforzando la identidad y las relaciones entre ellos, y entre ellos y el territorio: los hinchas, entonces, construyen el territorio.
La memoria es lo que hacemos con esos eventos (desalojo, mudanza, gloria deportiva, previa) únicos, pero siempre en diálogo con el contexto social y dinámico en el que surgen. En consecuencia, esos eventos de la memoria se reactualizan en el presente.
Origen
Algunos relatos sobre la historia y origen del Club Chacarita Juniors lo sitúan el 1ro. de mayo de 1906, siendo sus socios fundadores un grupo de amigos de la parroquia de San Bernardo. Luego de algunos años de actividad, la misma fue decayendo hasta que un 20 de agosto de 1919 es refundado por un grupo de muchachos simpatizantes de las ideas socialistas, quienes se reunían para idear el resurgimiento del nuevo club en los fondos del antiguo Centro Socialista de la 17ª sección, en la esquina de Dorrego y Giribone.
Por otro lado, este grupo de muchachos tenía la convicción de que el club debería llamarse como el barrio (territorio) en el que vivían: Chacarita. Y así fue. La sede social quedó emplazada en la calle Chacarita 3728, afirma uno de los miembros de la Subcomisión de Vitalicios de Chacarita, llamado Pablo Guerrieri, especializado en la historia del club.
Más adelante logran consolidar la institución y luego de varias mudanzas, trasladan la sede social a Jorge Newbery 3636. Por su parte, el campo de juego tuvo su propio derrotero, que va desde un terreno baldío cercano a las Avenidas Federico Lacroze y Álvarez Thomas hasta su radicación en 1925 en la manzana delimitada por las calles Humboldt, Padilla, Darwin y Murillo (Villa Crespo). A pocos metros -en diagonal- de la cancha que Atlanta poseía desde 1922 en Humboldt 470. Seis años más tarde, a la par del crecimiento de la institución, Chacarita decidió construir un importante estadio en el predio lindante al de Atlanta (Humboldt al 300).
Algunas versiones -hay otras- indican que el atraso en el pago mensual del alquiler del estadio devino en juicios y finalmente el desalojo en 1944. ¿Quién se quedó con los terrenos? Terminó comprándolos la Comisión Directiva de Atlanta. A partir de este momento, la enemistad barrial que ya existía entre ambos clubes se vio acrecentada y perdura hasta la actualidad.
Nueva territorialidad en San Martín
Chacarita traslada su cancha a la Provincia de Buenos Aires, Villa Maipú, partido de San Martín, en 1945. Allí, el 8 de julio, inaugura el estadio en un amistoso frente a River Plate de Uruguay, fiesta a la que asistieron 30.000 personas y que finalizó con la victoria de los visitantes.
Ese día fue el comienzo de la reterritorialización de los funebreros. Comienza un nuevo proceso de identificación a partir del sentido de pertenencia como miembros del club Chacarita asentado ahora en un “nuevo” territorio, San Martín. Sobreviene la identificación de los hinchas con los diferentes barrios que circundan el estadio como Villa Maipú (hasta 1952 Villa Diehl), San Andrés, Merlo, Loyola, Villa Zagala, Villa La Rana y Villa Ballester, entre otros, que esperaban al club con gran expectativa. Hoy en día, estos barrios, aportan la gran mayoría de hinchas y socios; dice un ex cobrador de la cuota social que trabajó por años para Chacarita Juniors.
El pasado (desalojo/desarraigo) cobra sentido en su enlace con el presente, pero posee dentro de sí una perspectiva de futuro. Por otro lado, el presente contiene la experiencia pasada y la elabora en función de una expectativa hacia adelante. Es una reflexión sobre el pasado, pero en función del futuro deseado: un nuevo y mejor estadio, volver a primera, estadio con más capacidad, más hinchas, victorias y campeonatos, entre otros.
Por eso, el arraigo de Chacarita al territorio bonaerense puede apreciarse en el hecho de que, con el correr de los años, se ha convertido en un actor local de referencia para San Martín y más allá. Además de la cancha, posee allí el Polideportivo Ernesto Duchini en el que se realizan numerosas actividades deportivas y recreativas, dando albergue a niños, jóvenes y adultos del barrio, en un proyecto de integración barrial y comunitaria. Las actividades más destacadas son: futbol, futsal, boxeo, handball, tenis de mesa, ajedrez, taekwondo, entre otras. Entonces, observamos como éste es otro ámbito en el que opera parte de la sociabilización e identidad territorial del Club de San Martín, fundamentalmente a partir de su rol como semillero de las inferiores de futbol.
En el mismo sentido, hemos podido observar en ejemplares de las revistas de distribución gratuita “Chaca alza tu voz” del 95’ y “Chacarita Juniors” de los años 97’ y 98’, que la publicidad es casi enteramente de comercios y servicios de San Martín. Ellos abarcan un amplio abanico de rubros que van desde heladerías, cerrajerías, asesorías legales y farmacias hasta talleres de chapa y pintura, técnicos electrónicos, estaciones de servicios y tratamiento de residuos patológicos; mostrando la diversidad de apoyos con que cuenta Chacarita en San Martín y evidenciando cómo el territorio se apropió de la tricolor y forjó sentido de pertenecía.
Por cierto, como dijimos, el influjo de Chacarita en Buenos Aires ha ido más allá de San Martín, pero siempre conservando la impronta bonaerense como lo demuestra la conformación de la Agrupación Funebrera de Santos Lugares, ya en septiembre de 1995.
Otro elemento que nos da la pauta de la inserción de Chacarita en San Martín es la proliferación de programas de radio en FM 96.5 “Tradición”, FM 93.7 “Radio Stylo”, FM 90.3 y su programa Informe Tricolor, FM 104.3, FM 105.3. Pero una mención destacada alcanza la AM 1450 “Ámbar” con la emisión de “Pasión Funebrera”, audición que más tiempo ininterrumpido lleva al aire, y que estará cumpliendo sus 33 años el próximo 30 de noviembre, según nos cuenta su mentor Marcelo el “Turco” Vitar.
En definitiva, el Club Chacarita Juniors se nutrió desde sus orígenes de lo popular, del barrio o ciudad que lo vio nacer y/o desarrollarse. Este proceso de crecimiento continua desde 1945 en la localidad de San Martín. Su identidad enlazada en sus orígenes a lo porteño se vio reconfigurada y resignificada con rasgos particulares a partir del nuevo estadio, imprimiéndole un sello e identidad distintiva: la bonaerense.
Y Chacarita…
¡Llegó a San Martín para quedarse!