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Por Mariano Ameghino

Corría el nefasto Marzo de 1976 y la Dictadura Militar calificó a su periodo de gobierno como de Re-organización Nacional. ¿Qué significaba re organizar? Había que disciplinar al movimiento obrero, había que liberar las importaciones, desindustrializar el aparato productivo, desmantelar el Estado de Bienestar, desperonizar, perseguir a opositores y todo en un marco de terrorismo estatal, represión ilegal, genocidio y estafa económica a un pueblo que se endeudaba a partir de políticas de entrega y corrupción.

Eran tiempos de crisis del oro, del petróleo, el endeudamiento externo venía de la mano de petrodólares medio-orientales, donde los bancos norteamericanos no encontraron mejores socios que los dictadores del cono sur.

 

Muchos años después, en Democracia, luego de la hiperinflación alfonsinista aparece un salvador que prometiendo Salariazo y Revolución Productiva comienza su gestión con el “Cirugía Mayor Sin Anestesia”. El Naftazo Menemista de Junio del 1989 siguió con devaluetas y piruetas para el pueblo que tenía que afrontar otra hiperinflación hasta llegar a la convertibilidad, abuela materna de la dolarización. Y así se redujo el aparato productivo, el Estado, creció la desocupación, la miseria y el hambre en nuestro pueblo. En el contexto internacional eran tiempos de Consenso de Washington, Fin de las Ideologías y Caída del Bloque Soviético.

 

El pueblo argentino siempre se levanta. Su memoria y anticuerpos fabrican resistencias. Organizaciones de todo tipo. Barriales, Culturales, Políticas, Sindicales, Sociales. La audacia y la imaginación abundan por estas tierras. Resistimos. Resistiremos.

 

Ahora, vinieron unos Gremlins, como los de aquella película. Comieron y bebieron después de las 12 de la noche, se mojaron y se reproducen. Aquel gatito mimoso, el león, la pata delinean otra noche nefasta de terror. Ahora ya no hablan de Reorganizar, sino de Resetear.

 

¿Qué es resetear? En principio es un término propio de las tecnologías que llegan a nuestra vida cotidiana con las primeras computadoras personales. Cuando la máquina se colgaba había que resetearla. Como ahora con los módems cuando Telecentro te interrumpe el servicio, o como pasa con el celular cuando la pantalla táctil no te responde. Resetear es empezar de nuevo, perdiendo la memoria, borrando lo que no se guardó, incluso reformateando (que no les quiero dar ideas pero no sea cosa que dentro de 47 años otros Gremlins aparezcan con el término Reformatear para no usar Reorganizar o Resetear).

 

A eso vinieron. A borrar lo que no está guardado. Todo lo que conocemos como mundo cotidiano en nuestro mapa mental será eliminado. Garantías, conquistas, leyes, derechos, hay que resetear. Una vez más como en 1976 no vinieron a resolver lo que andaba mal sino a romper lo que funcionaba bien. Resetear como cuando la pantalla táctil no te responde, la compu se colapsa, el Windows se tilda. Resetear.

 

Pero ¿qué nos dice el contexto internacional?. Cuál es el paralelo a la crisis del oro, petróleo de los 70, el consenso de Washington de los 90, a este mundo global pospandémico del 2023?

 

Se consolidó una economía financiera que hace que el docente que saca un crédito con la cuenta DNI del Banco Provincia, vaya y compre Bitcoins. América Latina es disputada por chinos, europeos y yankys. La tecnología del 5G, la guerra de Rusia con Ucrania, el conflicto Palestino - Israelí. Ojaldre. Mientras vemos como resetean nuestras vidas, nuestro amo juega al esclavo y nos sumergimos en más especulación financiera, menos soberanía, más endeudamiento y empobrecimiento.

 

Seguimos confiando en los anticuerpos de la sociedad argentina, en que por más reseteo, como dice León Gieco “todo está guardado en la Memoria” y de tanta R de Reorganización y Reseteo, no vamos a permitir el Reformateo y sostendremos la Resistencia y Revolución.