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Por el COLECTIVO MARAMBIO

“Los pueblos siempre vuelven” decía Cristina en enero del 2022 en un acto en Honduras en el marco de la asunción de Xiomara Castro como presidenta de ese país. Los pueblos siempre están, decíamos en alguna de nuestras editoriales anteriores: la rebelión popular en Jujuy lo demuestra. Hace menos de dos meses el candidato de Morales, Carlos Sadir, ganaba la elección con casi el 50 % de los votos y salía segundo con poco más del 22 % Rubén Rivarola. Es decir que más del 70 % de los votantes se inclinaba por alguna de las dos fuerzas del pacto político que sostuvo y sostiene el cambio de la constitución provincial, que pisotea derechos de pueblos originarios avasallando la consulta previa sobre el uso de la tierra y los recursos naturales, transforma la protesta social en un hecho delictivo y naturaliza la represión como respuesta a la lucha de los trabajadores y los postergados.

Las maestras y los maestros iniciaron la protesta reclamando por mejoras salariales para que sus ingresos les permitan quedar por encima de los índices de indigencia: frente a la falta de respuestas y a las amenazas de un gobernador con ínfulas imperiales, el conflicto fue escalando y sumando adhesiones, para finalmente confluir con el rechazo al proceso de aprobación de la modificación de la constitución provincial en tiempo record y sin ningún tipo de debate. A las masivas marchas de antorchas se sumaron las manifestaciones a la vera de las rutas y en las plazas, la salida de los pueblos originarios que vieron amenazada la integridad de sus territorios ancestrales, los primeros cortes en la Quebrada y hasta la participación de los trabajadores de las minas. Frente a la protesta, la respuesta de Morales fue una brutal e ilegal represión que continua hasta el día de hoy.

Algunas ideas en dirección a sacar conclusiones acerca de la pueblada y la reacción de la derecha:

1.   * Los pueblos siempre están pero a veces se expresan electoralmente votando a quienes los van a sojuzgar y reprimir. Sin embargo hay un punto a analizar con mayor profundidad en próximas producciones: como resultado de la penetración del discurso antipolítico no solo se generan consecuencias en el plano de la fragmentación política o el surgimiento de variantes ultraderechistas sino que también aparece el fenómeno de la labilidad del contrato electoral, por el frágil compromiso de las representaciones políticas con sus promesas de campaña pero también por la debilidad del vínculo ideológico y emocional entre el votante y aquellas fuerzas y/o candidatos a los cuales vota. El “tenemos que volver a enamorar” sería algo más que una simple consigna…

2.    * El estar transitando un año electoral no morigeró la reacción popular: puede que los trabajadores tengan un bajo nivel de confianza en la posibilidad de cambiar algo a través del voto que va a definir al futuro gobierno nacional, puede que el componente local del conflicto -particularmente para docentes y pueblos originarios- pese por sobre la perspectiva nacional y habiendo ganado la elección provincial el delfín de Morales no exista ninguna expectativa puesta en la posibilidad de cambios con la asunción de Sadir

3.     * Morales fue premiado por su accionar represivo con una pre-candidatura a vicepresidente y la reivindicación unánime de su accionar por parte de los integrantes de Juntos por el Cambio. El ensayo de Morales en Jujuy sería aplicado a escala nacional si llegarán a ganar las elecciones: el ajuste brutal que proponen no puede desencadenar otra cosa que protestas masivas. Halcones y palomas plantean responder de la misma manera: tiros, palos, detenciones ilegales, desapariciones…la paz de los cementerios después de la furia de los poderosos

4.      * La respuesta desde el ámbito nacional ha sido cuanto menos pobre: el repudio al accionar de Morales y sus fuerzas de seguridad debería haber generado una reacción unida de centrales sindicales, organizaciones sociales y partidos políticos del campo nacional y popular. No ha sucedido, al menos con la contundencia necesaria: Alberto decide la intervención del PJ provincial habiendo transcurrido más de un mes del inicio del conflicto -después de la vergonzosa complicidad de los convencionales del PJ, manifestada en la votación entre gallos y medianoche de las modificaciones de la constitución- y la respuesta meramente desde la denuncia judicial no parece ser el camino más apto para frenar el accionar represivo y evitar un antecedente que naturalice respuestas similares en otras provincias o el país entero -bastaría con preguntarle a Milagros, hace 7 años presa y sometida hace 15 días a vejaciones que no imaginábamos que pudieran producirse en el año en el que se conmemoran 4 décadas desde la recuperación democrática-.

Recién durante la última semana se definieron acciones que apuntan a nacionalizar el repudio a una represión que no se avergüenza de utilizar métodos ilegales dignos de la última dictadura: el 20/07, a las 15 hs Marchas del Apagón en todas las provincias y a las 20 hs ruidazo nacional.

Los acontecimientos de Jujuy comenzaron en simultáneo con la semana definitoria en cuanto a la definición de las candidaturas y cierre de listas de los principales frentes. Si afirmáramos que ésta es otra historia nos equivocaríamos: la derecha usó el conflicto en Jujuy para explicitar que no le va a temblar el pulso a la hora de reprimir las protestas y todo el macrismo aplaudió sin culpa ni vergüenza alguna el accionar del gobierno provincial. El espacio nacional y popular debería poner a Jujuy en el centro de su campaña -cosa que por el momento no se verifica-. El conflicto alumbra el debate sobre temas estratégicos: el manejo de recursos naturales como el litio, la situación de los pueblos originarios en su relación con la explotación de esos recursos y la “propiedad” de sus tierra ancestrales, la centralidad de la educación pública, la administración del conflicto social en épocas de crisis y la represión como herramienta de control, la judicialización del conflicto y la aplicación del Código Penal y las constituciones provinciales reformadas a los que luchan por defender derechos conquistados o conseguir nuevos. Nuestra campaña debería actuar como caja de resonancia de la lucha del pueblo jujeño, poniendo en el centro de la disputa la exigencia del cese de la represión, la anulación de la reforma y la pelea por la libertad de Milagros.

25 de Mayo y después – El acto, el programa y el parto

El acto masivo confirmó la capacidad de movilización del sector más dinámico de UxP y el liderazgo intransferible de Cristina. Fue hace un siglo para los tiempos de la política argentina, pero volvemos a la tarde del 25 por lo importante desde lo programático del discurso de Cristina. En una tarde en la que el clima nos alejaba de lo que el imaginario popular define como “día peronista”, la lluvia intensa aportó épica a la presencia atenta del pueblo. Escuchamos empapados un discurso, que arrancó desde la evocación de la plaza del 25 de mayo del 2003 y del estado del país que Néstor recibió al asumir el gobierno, enumeró los principales logros de la década ganada, aquellos que transformaron a Néstor y a Cristina en los objetos de odio del círculo rojo -desarmando la gilada de pretender reducir el arte de gobernar a “administrar lo posible”- y terminó enumerando la base de lo que debería ser el programa de gobierno de las fuerzas políticas del campo nacional y popular. Lo programático debe servir para conseguir votos para UxP, pero también para estructurar la fuerza política y social que defienda en las calles el programa acordado y lo profundice de la mano de los aportes de la militancia de base y la experiencia de gestión y para evaluar el desempeño del gobierno en función de su grado de implementación reclamando si no se cumple el contrato electoral.

Dijo Cristina: “…lo primero, y en esto quiero dirigirme no solamente a los que piensan como yo o están en esta plaza. Si nosotros, los argentinos y argentinas no logramos que ese programa que el Fondo Monetario impone a todos sus deudores, sea dejado de lado y nos permita elaborar un programa propio de crecimiento, de industrialización, de innovación tecnológica, va a ser imposible pagarlo por más que digan lo que digan. Cuando Néstor decía: “los muertos no pagan las deudas”, decíamos eso.

¿Se creen que van a poder pagarlo únicamente con commodities?. No, olvídense de eso porque además, finalmente los commodities los terminan también regulando los flujos financieros y siempre te acomodan para que sigas debiendo.

Es imprescindible entonces unidad nacional frente a eso. Fue un préstamo político y política también tiene que ser la solución. En todo caso que lo aten a un porcentaje de exportaciones pero que dejen de querer dirigir la política y clausurarnos la industrialización del país y convertirnos únicamente en proveedores de materia prima. Somos 46 millones. No alcanza únicamente con la materia prima, tenemos que agregar valor, incorporarle tecnología para que haya trabajo de calidad y buenos salarios que es lo que el país necesita. Y se puede hacer porque nosotros lo hicimos durante 12 años y medio” . Punto 1: rechazo del acuerdo con el FMI para renegociar uno nuevo, en el que pagar no condicione la soberanía y el desarrollo del país. Entendiendo que la unidad nacional necesaria para renegociar desde una posición de fuerza no es la de los acuerdos cupulares de las fuerzas y frentes políticos existentes -por otra parte imposible de lograr- sino la que se construye desde abajo, desde la movilización y organización del pueblo, desde la protesta y la lucha, desde el encuentro de organizaciones sociales, sindicatos, centrales sindicales, organizaciones empresariales Pymes y espacios religiosos populares. La única posibilidad de que lo anterior se concrete es que UxP resulte victoriosa en las próximas elecciones.

Dijo Cristina: “También tenemos que saber que es necesario construir organización, profundidad territorial de la organización, profundidad sectorial en los sindicatos, en las fábricas. Una sola persona no puede. Tiene que haber una organización. Tiene que haber cuadros que tomen la posta y lleven adelante el programa de gobierno que necesita la Argentina”. Punto 2: solo la organización vence al tiempo, dijo Perón. Implementar un programa de gobierno transformador o aún tenuemente reformista, exige construir poder popular que lo defienda. Y el verdadero poder popular es el que tiene la capacidad de prolongarse en el tiempo de la mano de la organización y la participación, en un proceso formativo de cuadros que recupere para la militancia los espacios decisorios que hoy descansan en profesionales de la política.

Dijo Cristina: “Tenemos que abrir la cabeza y mirar lo que les decía hace un rato, como en otras economías desarrolladas se articula una alianza entre lo público y lo privado. Tenemos recursos estratégicos extraordinarios, gracias a los kukas también recuperamos Vaca Muerta. Recuperación kuka. Litio, materiales raros. Debemos tener mirada estratégica, que vengan a explotarlo pero, queremos… no digo que los autos eléctricos los hagan acá pero, por lo menos hermano, una parte de la batería o la batería entera hacela acá, si te la estás llevando toda. Y cuando escucho a algunos dirigentes, a los cuales respeto porque son dirigentes votados por su pueblo, ponerse contentos porque en Bolivia y en Chile han sacado legislaciones que cuidan el litio. Y se ponen contentos porque dicen: “ah, bueno, porque les ponen muchas exigencias allá, se van a venir todos para acá”. Pero qué vocación de colonia, hermano. Qué vocación de volver a ser Potosí. Ponete en la cabeza ser Malasia, ser Corea, pero no volver a ser Potosí, por favor". Punto 3: avanzar hacia un cambio de la matriz productiva exportadora, dejando de depender para la generación de divisas del sector agropecuario, incorporando energía, litio y economía del conocimiento como fuentes generadoras de divisas. Que puedan ser evitados los ciclos recurrentes en los que la denominada “restricción externa” limita la posibilidad de crecimiento y redistribución, poniendo en jaque la continuidad de gobiernos populares y que se avance con una política de des-endeudamiento -en particular con el FMI-, son desafíos estratégicos que pueden ser alcanzados en la ventana de posibilidades que parece abrirse en un mundo convulsionado por la guerra, la pandemia, el cambio climático y la posible consolidación de un multilateralismo con protagonismo central de países y regiones emergentes en el que América Latina no ocupa un pequeño lugar de la mano de Brasil con el liderazgo de Lula, México con el liderazgo de AMLO e idealmente Argentina -en caso que la derecha resulte derrotada en las próximas elecciones-. Producir y exportar productos industrializados con valor agregado, evitando ser un mero productor primario exportador de commodities, es parte de lo que se juega en las próximas elecciones: para ello es central el papel que el estado y las empresas nacionales jugarán en los próximos años -por ello nuestra insistencia alrededor de la creación de una empresa nacional del litio bajo la órbita de YPF-. Vale la pena aclarar que cambiar la matriz exportadora y generar divisas es estratégico como también lo es que los argentinos (personas e industrias generadoras de trabajo), puedan acceder a la energía a precios preferenciales que tengan que ver con los costos de producción nacional y no con tarifas dolarizadas.

Dijo Cristina: “Es necesaria la renovación del pacto democrático. En una plaza como ésta, yo no estaba porque estaba en Santa Cruz, en Río Gallegos, allá por el 30 de octubre del 83. Pero en una plaza como ésta, desde los balcones de aquel cabildo, un argentino que no era de mi partido había ganado las elecciones afirmando ser la vida y la paz. Junto a miles y miles de jóvenes como ustedes que, horrorizados por la tragedia de la dictadura, reclamaban un país diferente donde los que no piensan igual, no son enemigos sino solo son adversarios. Donde quedaba erradicado y prohibido quitarle la vida al que no pensaba igual. Eso fue también en esta Plaza de Mayo. Hay que volver a renovar ese pacto. Cuando escucho y dicen: hay que acabar con el peronismo o el kirchnerismo. Por favor, si con ganarle alcanza. ¿Por qué tenemos que llegar al exterminio del otro? Y se los digo como parte de una generación que, finalmente, fue devorada en la vorágine de la violencia política. Con hijos y familiares que ni siquiera tienen el derecho de ir a llorar a sus seres queridos a una tumba. En nombre de todos ellos y de todas ellas no puede haber ningún argentino o argentina de bien que no se oponga a esas prácticas horribles. Volver a darle al país un Poder Judicial que se ha evaporado entre las tramoyas de una camarilla indigna para la historia de la Argentina… Pero créanme que aquella Corte a la que Néstor pidió formalmente se le hiciera juicio político, al lado de este mamarracho que tenemos hoy, verdadero mamarracho, indigno. Nunca se escucharon y se dijeron las cosas, nunca se escuchó de ningún miembro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación las cosas que se saben y que nos enteramos todos los días. Por favor. No importa si es un jurista de una u otra orientación pero, por favor, los argentinos se merecen volver a tener una Corte Suprema de Justicia que sea llamada como tal sin ponerse colorado. Por favor se los pido a todos los partidos políticos de la República Argentina. Es la imagen del país también.

Créanme que con todos los defectos, con todos los errores, equivocaciones, yerros que pueden tener quienes forman parte de un Poder Ejecutivo, de un Poder Legislativo en sus distintos partidos políticos, vertientes ideológicas… La sociedad frente a estos dos poderes siempre tiene una garantía, una garantía inamovible, la del voto. Porque si no te gustan esos legisladores, no te gusta ese Presidente o aquel Ministro, tenés en tus manos el voto cada dos años para el Poder Legislativo y cada cuatro para un Poder Ejecutivo. Tenemos que repensar el diseño institucional, argentinos. No podemos seguir con la rémora monárquica de personas que son designadas de por vida y que nunca más rinden cuentas a nadie ni a nada. No se saben sus declaraciones juradas, no se sabe dónde viven, no se sabe qué tienen. Eso no es de República, eso no es de democracia, pónganle el nombre que quieran" . Punto 4: ¿porqué salta en pedazos el pacto democrático del que habla Cristina?, por el triunfo en la disputa de sentido por parte de la derecha. Y la derecha no necesita de pactos democráticos, porque fue, es y será antidemocrática y violenta: mientras represente solo a minorías, aún a minorías que detentan al alto porcentaje del poder real en el país, su capacidad de daño es alta pero no letal. Si al poder permanente del que son parte se le suma el poder político delegado por el voto popular, en el horizonte se dibuja un futuro trágico. Lo hemos dicho en otras notas: para el neoliberalismo la gobernanza democrática constituye un problema de difícil solución. Hoy parecen confiados en haber encontrado respuesta sin ser demasiado creativos: saben que el ajuste solo puede generar miseria y marginación y que frente a éstas consecuencias la reacción popular es inevitable…el remedio es imponer un orden represivo. La aparición de variantes de ultraderecha, como la encabezada por Milei, generan que el debate político se reacomode a la derecha y que la propuesta de palos y balas sea aceptada como posible por parte de la sociedad. Hace 8 años no era viable para Macri proponer ajuste y represión porque eso significaba perder las elecciones. Hoy los dos representantes de las corrientes internas mayoritarias del macrismo se pelean por ser los más duros en defender el ajuste y la represión. El pacto democrático estalla en forma definitiva con el atentado contra Cristina, pero un nuevo pacto hegemonizado por la derecha se impone y para que el pacto de la derecha tenga entidad debe contar con un grado de apoyo en la sociedad…y lo tiene. Por ende recrear un nuevo pacto democrático o redibujar los límites del espacio de acción y disputa política hacia la izquierda, sería una tarea de construcción que, por ejemplo, recupere el NUNCA MÁS como un pedido actual contra la represión policial a la protesta y movilización, contra la persecución judicial, contra la proscripción de líderes y liderezas y contra la entrega de la soberanía y el patrimonio nacional al poder financiero internacional. Construcción por medio de la disputa, de la lucha, bancándose los retrocesos y festejando los avances, como nos han enseñado las Madres a lo largo de su historia: el Nunca Más y el Juicio a las Juntas, las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, el indulto, la derogación de las leyes anteriores y el avance de los juicios a los genocidas, la consolidación de la política de Memoria, Verdad y Justicia, el intento de enviar a la casa a los genocidas condenados y la impresionante reacción popular impidiéndolo, la aparición de negacionistas y defensores de la dictadura con espacios en los medios y ganando bancas en cámaras y legislaturas, la penetración limitada pero real de la consigna del verso de los DDHH y la “naturalización” de que se pueda gatillar un arma en la cabeza de la vicepresidenta sin que el intento de magnicidio dispare reflexión autocrítica en el campo de los odiadores seriales o una investigación seria sobre los soportes intelectuales y económicos del atentado… Lo que es claro es que los avances se han dado de la mano de gobiernos encabezados por representantes del espacio nacional y popular, siendo el único periodo prolongado de avances rescatables en todos los campos el coincidente con los gobiernos de Néstor y Cristina. Y los retrocesos corresponden a los gobiernos neoliberales: la última etapa de Alfonsín -Plan Austral, Plan Primavera-, los 9 años del menemato, la Alianza y los terribles 4 años de gobierno de Macri y Cia.

Llegamos a la defensiva al proceso electoral: soportando en nuestras espaldas el peso de un gobierno propio pero fallido, con un debilitado proceso de acumulación en el seno de los sectores populares, con la militancia desmotivada y desmovilizada, pero con la necesidad de encontrar respuestas para que las elecciones sean un dique de contención a las ambiciones fatídicas de la reacción.

Porque llegamos como llegamos, Massa termina decantando como el candidato más potente del espacio.

Para terminar, reproducimos a continuación un análisis, elaborado y compartido por Jorge Giles, que puede arrojar algo de luz sobre como posicionarnos frente a la coyuntura electoral.

Algunos aportes para el debate (lo electoral y algo más)

1. No pudo ser Wado. Y nos duele. Y nos da bronca. Pero en política, como en la vida, no alcanzan sólo las ganas para lograr un objetivo. Nos consta que se hizo todo lo posible, pero...hasta acá llegamos. Esta vez las relaciones de fuerzas se inclinaron en sentido contrario a nuestras ganas de proclamar a un hijo de la generación diezmada. La resolución del último momento para ungir a Massa no está dotada de virtuosidad, sino que es el resultado de la realidad y la coyuntura política.

2. El contexto que alumbra la fórmula de Unión por la Patria no está signado ni por un auge de las luchas populares, (salvo Jujuy), ni por un alto nivel de conciencia colectiva, ni mucho menos por los frutos de “un gobierno exitoso”. Las ondas expansivas del descontento popular con la gestión, alcanzan a todos los actores políticos sin distinción.

3. La creciente ola del discurso de la derecha alcanzó su punto de mayor expresión en los balazos y cartuchos de gas contra la cabeza de las y los jujeños. Esa derecha está avisando que están dispuesto a matar para sostener su plan de exterminio del proyecto kirchnerista y lo que es peor, su plan de exterminio y saqueo contra las riquezas naturales y contra toda idea de soberanía e inclusión social.

4. Las cosas hay que verlas en su dialéctica. Nos juzgamos a nosotros mismos, en la identificación del adversario. Es una ley de la acción política. Y enfrente están los monstruos afilando las cuchillas para cortarnos el cuello si logran recuperar el manejo del Estado. Por eso, solo por eso hay que ganar. Hay que impedir a como dé lugar que gane esa odiosa derecha que cultiva el mismo odio de los pilotos que masacraron al pueblo en la Plaza de Mayo en 1955. Que no nos escandalice el alma la certeza de que “no nos une el amor sino el espanto”, sino el saber que si bajamos los brazos seremos funcionales al degüello del pueblo. En ese derrotismo no debemos prendernos.

5. Un antiguo proverbio oriental dice que “si no podes tomar la fortaleza, rodéala con todas las fuerzas disponibles”. Al kirchnerismo no le dio la fuerza para imponer a Wado, sin embargo las listas legislativas de la estratégica provincia de Buenos Aires, así como de muchas otras provincias, convierten la oferta electoral en netamente peronista kirchnerista. Se hizo política, se evitó un efecto dominó negativo, y se consolidaron espacios más que suficientes para seguir dando batalla en defensa de los intereses populares.

6. La primera reacción ante el desenlace final en la conformación de las listas, nos pinta de cuerpo entero. Reaccionamos con dolor, con bronca, mucha bronca, con estupor algunos, con desazón otros. Somos enteramente humanistas y nos enorgullecemos de esa cualidad. No somos meros operadores políticos, somos militantes, que es quizá la categoría superior del género humano en tanto el militante es aquel que da la vida generosamente por el otro, por los otros. Ese momento ya pasó. Mente fría, corazón caliente. La lucha continúa. Y estamos de pie.

7. Wado aceptó ser candidato a senador nacional. Es el mismo Wado que ponderamos siempre. Entonces cabe preguntarnos: si él aceptó ser parte de esta nueva fase de Unión por la Patria ¿acaso nosotros, cualquiera de nosotros, tiene más autoridad moral y política que él para llamar a bajar los brazos? No y mil veces no. Acompañemos sin dudar a nuestros candidatos y candidatas.

8. Es la primera vez en 20 años de kirchnerismo que ni Néstor ni Cristina estarán en las listas. Y si esta nueva generación de dirigentes llegó hasta aquí es porque están usando bastante bien “el bastón de mariscal” como les pidió la conducción de Cristina. Tan mal no lo están haciendo, así que nadie debería enrollar las banderas sino por el contrario, deberíamos lanzar una campaña masiva a lo largo y ancho del país para que la derecha no nos robe la democracia ni masacren ni conviertan al país en una factoría. De eso se tratan estas próximas elecciones.

9. Vamos a triunfar, vamos a seguir dando pelea democráticamente a los monstruos, vamos a seguir apostando a la unidad del pueblo, vamos a seguir siendo la patria, como lo fuimos siempre.

10. Debatamos, pero no dejemos de identificar correctamente al enemigo y de defender con nuestras convicciones los intereses de la nación y el pueblo argentino. Que la memoria de Néstor y nuestros 30 mil nos iluminen el camino.